Los signos de la Navidad

 334 signes del Nadal
El belén

Uno de los elementos más característicos de la Navidad cristiana es, sin duda, el belén; si bien, también tenemos el árbol de Navidad, que es una tradición que nos ha venido de los países del norte de Europa. Es muy aconsejable hacer el belén en nuestros hogares y también, más que nunca, en la iglesia, en un lugar visible, como puede ser el presbiterio o muy cerca de él. En el belén contemplamos plásticamente el acontecimiento salvador del nacimiento de Jesús, envuelto por el amor de María y de José.

Luces

En Navidad celebramos el nacimiento de aquel que es la Luz de las naciones, Jesucristo. Más que nunca en Navidad es muy aconsejable tener en nuestra casa luces festivas y sobre todo en el templo es bueno que haya un claro aumento de luces que decoren nuestra iglesia y hacer visible lo que celebramos: el nacimiento de Aquél que nos trae la luz, Jesús.

Flores

La decoración navideña se ve claramente reflejada en la ornamentación floral, con plantas y flores típicas del invierno y de la Navidad. Por eso, conviene que en la iglesia abunde en estos días esta decoración floral, para dar toda su relevancia a estos días.

El canto del Gloria

Si el aleluya es el canto propio de la Pascua, el Gloria es al canto propio de la Navidad, ya que es el himno que los ángeles cantaron cuando nació Jesús en Belén. Por tanto, es muy conveniente que en nuestras celebraciones litúrgicas navideñas, el Gloria sea cantado y solemne, para significar así la alegría que los cristianos tenemos porque ha nacido nuestro salvador, a semejanza de la alegría de los ángeles la noche de Navidad en Belén.

Cantos

El clima navideño también se hace bien patente con los cantos propios de Navidad, como son los villancicos, muchos de los cuales nos hablan del nacimiento de Jesús y también de la Virgen María, san José, los ángeles, etc. Es muy positivo que en nuestras celebraciones tingamos algún momento –como puede ser la adoración del niño Jesús– para cantar algunos villancicos típicos.

La colecta para los pobres

No hemos de olvidar que Jesús nació pobre en el seno de una familia humilde y pobre. Por esta razón, en los días de Navidad –y durante todo el año– debemos tener presentes a los pobres. Es, por tanto, muy recomendable, hacer una colecta para los pobres, ya sea en alimentos o bien monetariamente. Así mostramos con hechos que nuestra fe cristiana está profundamente enraizada en este Cristo que nace pobre para enriquecernos a todos.