Alma

En más de treinta oraciones se ha reinsertado el término «alma», que figuraba en los textos originales de los sacramentarios romanos pero que se quitó al preparar la edición del Misal renovado tras el Concilio Vaticano II, intentando suprimir el esquema dualista por considerarlo ajeno al mundo bíblico y ofreciendo una concepción unitaria del hombre más concorde con la antropología moderna.

Sin embargo, la Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe defendió el uso del término «alma» en una carta enviada en el año 1979 a los presidentes de las Conferencias episcopales Recentiores episcoporum synodi  (17 de mayo de 1979). Y años más tarde, en el curso de la reunión plenaria de la Comisión Teológica Internacional de diciembre del año 1990, donde preparaban un documento referido a la escatología que publicaron en 1992 (De quibusdam quaestionibus actualibus circa eschatologiam), enviaron una carta al papa, fechada el 7 de diciembre de 1990, solicitándole que en la nueva edición del Misal Romano, que entonces se estaba preparando, se recuperara en las misas de difuntos el término «alma» (y «cuerpo»). La Comisión resaltaba en esta carta que los conceptos expresados con los términos «alma» y «cuerpo» no podían considerarse como un préstamo helenista porque se encontraban también en algunos pasajes del nuevo Testamento y en el uso judeo-cristiano. Y que estos términos, en el sentido en el cual los empleaba la liturgia, no traducían una filosofía aristotélico-tomista ni se identificaban con una cultura determinada, sino que debían considerarse conceptos claves para expresar la fe y anunciarla, así como para comprender el destino del hombre tras la muerte mientras espera la resurrección.

Como consecuencia de todas estas vicisitudes históricas en la tercera edición típica del Misal romano publicada en el año 2002 se recuperó el término «alma» en al menos 30 oraciones de la eucología exequial, tras haberlas confrontado con la fuente original antigua. De modo que en la reciente edición del Misal en castellano encontramos esta incorporación en las oraciones de difuntos.